Capítulo 12: Nunca te dejaré por voluntad propia

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—Su Alteza. Justo cuando Xiao Di estaba a punto de inclinarse y saludar, Jun Qiyu agitó la mano. —Fuera. Xiao Di dudó un momento, sin atreverse a desobedecer la orden de su maestro, pero cuando cerró la puerta, miró preocupada a Song Liqing. Song Liqing y Jun Qiyu fueron los únicos que quedaron en la habitación, mirándose fijamente. Song Liqing no sabía lo que estaba pensando, pero vio que sus ojos se profundizaban, mirándolo inmóvil, como si estuviera considerando cómo tratar con él. Song Liqing sintió una punzada de tristeza, solían ser solo dos niños pequeños, pero que podían hablar de todo con facilidad; sin embargo, debido a sus prejuicios posteriores, cuando se miraban, Song Liqing no encontraba nada de qué hablar.  —Qiyu. —Song Liqing trató de encontrar algo que decir: —Cuando estabas en Occidente… —Ojalá nunca te hubiera conocido. —Jun Qiyu habló bruscamente, su mirada era gélida.  Song Liqing quedó estupefacto, porque estas palabras realmente estaban saliendo de la boca de Jun

Capítulo 2: Contrato matrimonial

Song Liqing se quedó perplejo: — ¡¿Compromiso?! ¡¿Tengo un contrato matrimonial con… Su Alteza?!

— ¡Deja de hacerte el tonto! — Jun Qiyu trató de encontrar vacilación en su expresión desconcertada.

Song Liqing negó con la cabeza y dijo: — Realmente desconozco sobre Su Alteza y el contrato matrimonial.

Jun Qiyu perdió la paciencia, si no fuese porque estaba frente al Salón Tianyan, podría haber hecho un desastre.

— Mi padre me llamó de regreso a la capital y mencionó un decreto imperial donde tiene la intención de casarnos. ¿No instigaste [1] esto en la capital mientras yo no estaba? Tienes agallas para instar al emperador, pero no para admitirlo, ¿por qué fingir inocencia y desconocimiento?

Song Liqing no podía argumentar nada, excepto que había visto al emperador en el examen del palacio, nunca había tenido el privilegio de hablar con él.

Al ver que Song Liqing se quedó sin palabras, Jun Qiyu supuso que tenía razón.

— ¿No tienes nada que decir? No sé por qué te atreves, ¿tal vez basándote en el poco amor que sentía por ti hace diez años…? ¿Crees que te favoreceré? Sigue soñando.

Song Liqing abrió la boca, pero solo una acidez y amargura indescriptibles salieron de ella. Resultó que los recuerdos que tanto apreciaba carecían de valor a los ojos de Jun Qiyu.

— No, realmente no le pedí a Su Majestad un contrato matrimonial, ¿cómo podría estar calificado para hacerlo…?

— Es bueno que lo sepas. — Jun Qiyu lo interrumpió con voz fría: — Ya que no fuiste tú quien lo hizo, está bien, si cuando estés en Tianyan, Padre menciona este asunto, será mejor que niegues el amor de tu infancia o de lo contrario no solo perderás la cara en la calle como hoy.

Después de terminar de hablar, Jun Qiyu se alejó sin esperar a que Song Liqing respondiera.

— ¡Su Alteza Real! — Song Liqing le miró la espalda y dijo: — Casarse conmigo… ¿le disgusta tanto? ¿Es tan repugnante que, tan pronto regresa a la capital, no puede evitar indagar en el asunto?

— Sí. — Jun Qiyu ni siquiera giró la cabeza hacia atrás. — Lo que más desprecio es a la gente que no tiene escrúpulos e incluso trata el matrimonio como una transición. No me defraudes.

La sombra de Song Liqing parecía sombría y solitaria en el enorme palacio, suspiró en silencio.

— En tu opinión, ¿soy ese tipo de persona? Nunca esperé tal cosa. 

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El regreso del Ejército del Noroeste a la corte imperial era una prioridad máxima. El Príncipe Heredero y el Gran General dedicaron dos horas a informar los sucesos, dejando a los recién graduados a un lado.

El Príncipe Heredero había logrado éxito en su entrenamiento, y el Emperador estaba naturalmente muy feliz, y la corte estaba llena de alegría. No fue hasta que habló de recompensar al general que la atmósfera se enfrió repentinamente.

El emperador Xuan se sentó en la posición suprema nueve y cinco [2], con una majestuosa cara de dragón y una voz profunda. La majestuosidad del emperador hizo que la gente no se atreviera a mirarlo directamente.

— Song Qing ha logrado grandes hazañas en las regiones Occidentales estos años, y siempre lo he recordado en mi corazón, así que no necesito repetirlo. Te nombraré… — El emperador Xuan pareció pensar por un momento antes de decir: — Un duque de Estado de primera clase, hereditario.

Toda la Corte se alborotó.

¡Era el primer Duque de Estado desde la fundación del Reino y era hereditario! Mientras el reino siguiera existiendo, la fortuna de la familia Song no decaería. Era realmente imposible pensar en un honor mayor. 

La gran envidia de los funcionarios de la Corte les hizo doler los dientes.

Song Qing inmediatamente se arrodilló e hizo una reverencia para agradecerle.

El emperador Xuan levantó la mano y dijo: — Me has seguido durante muchos años, has nacido y muerto en el campo de batalla. 
Aunque no somos parientes consanguíneos, eres mejor que un hermano. Lo siento por el pasado, has protegido un país para mí que te fue difícil reunirte con tu familia una vez cada diez años. Esta vez, ten un buen descanso, elimina la carga de ser un general y disfruta de tu familia.

La Corte guardó silencio, por lo general, las palabras del emperador eran puntos clave. 

Esto era para retirar el poder militar de Song Qing y que entregará su talismán militar.

Song Qing se inclinó y dijo: — No tengo mucho que ofrecer excepto matar al enemigo. Es la mayor amabilidad de mi parte continuar liderando el ejército.

Song Qing pasó toda su vida como soldado, por ello, solo quería seguir luchando en el campo de batalla.

— ¡Oye! — El emperador Xuan lo interrumpió, pensando en algo y dijo: — Acabo de recordar, tu Lin'er [3] es increíble. Obtuvo el tercer lugar en el primer examen del palacio. Ustedes dos no han tenido la oportunidad de decirse una palabra, ¿verdad? ¿Dónde está él?

Song Liqing salió de la esquina al final del Salón, inclinó la cabeza y saludó en posición erguida.

— Song Liqing saluda a Su Majestad.
Una sonrisa amistosa apareció en el rostro del emperador Xuan.

—Levántate, levántate. Efectivamente, Longzhang [4] es guapo. Siempre me has agradado. Jun Qiyu tiene suerte de tenerte. Tengo tanta envidia. Es una pena que a este rebelde hijo mío solo le guste empuñar cuchillos y espadas. Es un bárbaro.

Esto no eran más que las modestas palabras del emperador Xuan, por lo que Song Liqing respondió apresuradamente: — Su Alteza Real tiene un talento dotado del cielo, con una memoria fotográfica, además, su talento es en realidad cien veces mejor que el mío.

El emperador Xuan quedó impresionado y sus ojos lo miraron con cariño: — Es muy parecido a la emperatriz en el sentido de que tiene una memoria fotográfica, pero es demasiado juguetón y eso causa que descuide sus estudios. Todavía recuerdo que de niños jugaban a estar casados. Ahora, que tienen la edad para el matrimonio, ¿por qué no les doy a ti y a Qiyu un matrimonio? Serias de mi familia de ahora en adelante, ¿te gustaría?

Song Liqing levantó la cabeza con sorpresa y notó una mirada amenazante proveniente de Jun Qiyu. 

Todo esto sucedió tan rápido que Song Liqing ni siquiera tuvo tiempo de pensarlo.

Al ver esto, el emperador Xuan agregó: — Si estás de acuerdo, puedes ser el asistente del príncipe en el futuro y acompañar a Qiyu día y noche, para darle una lección a mi indigno pecador. Por supuesto, solo soy un casamentero. Si ya tienes planes, no me ofenderé. Puedo nombrarte secretario de la Administración General, y podrás seguir tu propia carrera en la burocracia, la elección depende de ti.

A Song Liqing le costó decidir en ese momento.  

Comparado con el secretario de la Administración General de quinto rango que tenía poder real, el sirviente del príncipe sólo era un cargo de séptimo rango sin esperanza. 
¿Cómo se podía comparar?

Si aceptaba la oferta de matrimonio y se convertía en consejero del Príncipe, su futuro sería sombrío. Pero si la familia Song se convertía en parientes reales, compartirían el honor y la desgracia de la familia real, y el emperador Xuan se sentiría aliviado de dejar el poder militar en manos de su padre, lo que sería una situación feliz para todos.

Pero esto iría en contra de las órdenes de Jun Qiyu.

Si se negaba a casarse, el emperador Xuan seguramente destituiría a su padre como General y le quitaría el talismán militar ya que el emperador Xuan nunca permitiría que padre e hijo sean funcionarios en la Corte al mismo tiempo, a la larga, ¿la Corte no se llamaría Song?

Song Liqing estaba atrapado en un dilema.

Su decisión afectaba a su propia carrera, al anhelado deseo de su padre, a la fortuna de la familia Song y al futuro de la Corte.

Esta no era su elección, era una elección hecha para él por el emperador Xuan.

Cualquiera de los dos caminos era un callejón sin salida, y no había forma de que eligiera 
alguna de las dos opciones.

En esta vida, el matrimonio no era más que un lazo de poder, y el amor un mero accesorio prescindible. No era de extrañar que Jun Qiyu estuviese tan disgustado. ¿Cómo podía un hombre de naturaleza libre tolerar que otros manipularan su matrimonio?

Resultó que, frente al poder imperial, los deseos propios eran insignificantes.

Song Liqing captó los ojos opresivos de Jun Qiyu por el rabillo del ojo. 

Estaba destinado a decepcionar a Jun Qiyu.

El cuerpo de Song Liqing estaba sin emociones y sus labios casi entumecidos mientras decía al Emperador: — La gracia del Emperador es inmensa, gracias Su Majestad por el matrimonio...

Como era de esperar, su mirada se volvió repugnante cuando dijo esto, como si estuviera mirando una cosa asquerosa.

— Sin embargo… — Los labios rojos de Song Liqing ya tenían marcas de sus dientes. — Aceptaré este matrimonio solo porque admiro de todo corazón a Su Alteza El Príncipe Heredero, estoy dispuesto a casarme con Su Alteza y quedarme con él hasta el final.

Era inutil.

No importaba cuántas explicaciones diera, Jun Qiyu permaneció impasible, no importaba cuán dulces fuesen sus palabras de amor, en ese momento, parecían pálidas e impotentes. Era una lucha sin sentido.

El emperador estaba muy satisfecho y su sonrisa se hizo aún más grande: — Que ambos estuviesen enamorados, sería aún mejor, pero es la buena fortuna del príncipe tenerte como su esposa. No te preocupes, organizaré una gran ceremonia para ti, para consolar a los antepasados del cielo y de la tierra. No te deshonraré...

— ¡Espera!

La única persona que se atrevió a interrumpir al Emperador Xuan en voz tan alta fue Jun Qiyu.

— Padre. — Jun Qiyu dijo con un tono decidido: 
— ¡No estoy de acuerdo!

Song Liqing lo miró, sin sorprenderse.

Los párpados del Emperador Xuan se movieron ligeramente: — ¿Por qué?

Jun Qiyu se enfrentó al Emperador Xuan y dijo enérgicamente: — Song Liqing y yo sólo éramos compañeros de juegos de la infancia, no siento amor por él...y si llegué a tenerle, ¡era joven y ya lo he olvidado!

Las palabras sonaron desgarradoras para los oídos de Song Liqing.

El emperador Xuan, en broma, fingió estar relajado y dijo: — Una vez lo abrazaste con fuerza y no querías soltarlo, al parecer lo has olvidado, pero no te preocupes, cuando lo abraces otra vez, nuevamente no querrás volver a soltarlo. También, le arrebataste la hortensia de flores amarillas a una niña para dársela. Fingiendo ser el novio, paseando con él por toda la calle, y haciendo bromas por toda la capital, ¿lo has olvidado?

Jun Qiyu replicó: — Las travesuras infantiles no cuentan, los tiempos han cambiado, no tengo forma de saber qué clase de persona es ahora. Así que, encontraré mi propio destino.

<Los niños juegan y hacen infinidad de cosas, no es algo que pueda contar…>

El corazón de Song Liqing se quebró un poco mientras cubría la borla que colgaba de su 
cinturón con la palma de su mano.

Al principio no le gustaba colgar accesorios en su cuerpo, pero sólo porque consideraba que esta borla era un tesoro, le hizo un colgante de jade y lo llevó consigo a todos lados.

¿Cómo es posible que… no cuente?

Al parecer, no sólo las borlas envejecen y se destiñen, sino también los sentimientos.

El tono del Emperador Xuan se volvió severo: — ¿Tu propio destino? ¿Puedes distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, entre corazones buenos y malos? A mi parecer, Song Linqing es más que digno de tu. ¡Él es suficiente para ti, pero tú no para él!

Jun Qiyu rió fríamente, pero se mantuvo obstinado: — Ya que es tan sobresaliente, ¿no le será fácil casarse? Hay muchos hombres en el reino que son adecuados para él, así que no hay necesidad de condenarlo sólo porque yo sea un príncipe… ¡Espero que Padre vea claramente y retire su orden!

— ¡Bastardo!

La reprimenda fue tan sonora que los funcionarios civiles y militares se quedaron estupefactos.

El Emperador Xuan sólo tenía este hijo y siempre lo había llevado en el corazón y mimado tanto que lo había enviado a Occidente para que se formara, pero ésta era probablemente la primera vez que el Emperador se enfadaba tanto con el Príncipe.

— Pensé que podrías cambiar tu naturaleza arrogante después de unos años de entrenamiento, pero parece que te he mimado demasiado, el matrimonio importa, las órdenes de los padres también. De igual manera, soy el gobernante de este país, ¿no puedes aceptar mi decisión?

Aunque Jun Qiyu fue grosero y estaba enojado con el emperador, tuvo que contenerse, pero su rostro seguía lleno de terquedad y desafío.

— Bien. — Jun Qiyu dijo indignado: — Estoy de acuerdo con el matrimonio, pero tengo dos condiciones, si Padre me las concede, no tendré objeción alguna.

— Habla.

El Emperador bajó la mirada con disgusto, para ver qué otros trucos ocultaba.

Jun Qiyu respondió de inmediato: — Primero, quisiera pedirle a Padre que me conceda una residencia fuera del palacio, no quiero vivir en el Palacio del Este y ser controlado.
Jun Qiyu estaba en la tierna edad de la rebelión, por lo que el Emperador Xuan hizo la vista gorda y no se detuvo en detalles mínimos.

— Concedido.

— Segundo. — Jun Qiyu miró a Song Liqing: — Mi boda con Song Liqing se pospondrá hasta después de casarme con Hu Nu'er.

El emperador Xuan frunció el ceño: — ¿Hu Nu'er?

— Sí. — Jun Qiyu rio suavemente: — Es un esclavo que traje de Occidente, tengo intención de casarme con él como Princesa Heredera y Song Liqing como concubina… ¡Él solo es digno de ser mi concubina!

Los funcionarios estaban completamente en silencio, conteniendo la respiración, el Salón Tianyan estaba tan silencioso como la muerte.

¿Cómo se atrevía Jun Qiyu a pedirle a Tanhua que se convirtiera en concubina por un esclavo cautivo?

El Príncipe estaba transfiriendo su disgusto por la orden del Emperador a Song Liqing, usándolo para desahogar su ira.

Song Liqing fue humillado frente a las fuerzas civiles y militares de la dinastía.

El emperador Xuan se enojó tanto que su rostro se volvió sombrío, agarró un libro y lo arrojó.

— ¡Qué farsa! Tienes el corazón engañado por la suciedad. ¡Eres un idiota!

El grueso libro golpeó la frente de Jun Qiyu, haciendo que apareciera un moretón en su piel ya lesionada. Jun Qiyu se limpió la sangre que salía con la mano, sin importarle.

— Lo valoro en mi corazón, ¿y qué si es un esclavo? Las personas que quieren impedir que estemos juntos no valen nada, aunque sean hadas del cielo.

Luego se acercó a Song Liqing, que estaba arrodillado, y lo miró con desprecio.

— ¿No dijiste que me admiras? Si es amor, entonces no debe importarte el estatus, ¿verdad? ¿La cabeza blanca de una concubina no es porque sea vieja, cierto? ¿Estás dispuesto a ser mi concubina, Song Liqing?

Jun Qiyu levantó las comisuras de los labios con una expresión sarcástica.

Song Liqing arqueó las cejas y asintió, su rostro ya había perdido todo rastro de sangre.
Su corazón palpitaba de dolor, extendiéndose por todo su cuerpo y envolviéndolo. Sentía el cuerpo frío hasta los huesos y el corazón helado.

— ¡Contéstame! — Jun Qiyu resopló y preguntó: 
— ¿No es así?

Una lágrima cayó sobre la losa de jade blanco, floreciendo en una flor clara y pálida.
Song Liqing aún no había superado su tendencia a derramar lágrimas. Cuando era niño, Jun Qiyu lo hacía llorar y lo persuadía fácilmente.

Song Liqing se pellizcó el muslo para detener las lágrimas. 

Sabía que lo más barato del mundo era una lágrima que nadie compadecía. 
El corazón de Jun Qiyu se ablandó un poco al ver las lágrimas, pero su boca no cedió.

— Todavía eres así. Lloras cuando algo no te gusta y haces que la gente se compadezca de ti. Te hice sentir mal, ¿verdad? No quieres ser una concubina, pero hablas de amor y admiración. Es solo una retórica…

— ¡Su Majestad!

En ese momento, Song Qing cayó de rodillas con un fuerte golpe.

— La oferta de matrimonio de Su Majestad fue originalmente un gesto amable y un gran honor para la familia Song, pero Liqing no tiene talento ni virtud, y no es digno del príncipe. Aunque mi hijo es de origen humilde, no es un niño no deseado. ¡Tiene un hogar al que volver donde es querido! Su Majestad, como padre, debería sentir lo mismo... Ruego a Su Majestad que retire el contrato matrimonial, sino tengo más remedio que desobedecer, moriré en el campo de batalla para expiar mis pecados, ¡y jamás volveré a la capital!

Ya no podía soportar ver a Song Liqing sufrir tal humillación, era su propio hijo.

Las lágrimas cayeron de los ojos de Song Liqing, aunque sólo era un hijo adoptivo, siempre había sido querido, ¡y la bondad de su padre nunca se terminaba! Quería pagarselo, pero en cambio, él había sido humillado y su padre había sufrido debido a ello.

— Song Qing ha hablado con seriedad, es este hijo rebelde el que es estúpido.

El rostro del Emperador era de impotencia, pero era un hombre de palabra y no podía dejarse manipular fácilmente por Jun Qiyu.

— Jun Qiyu. — El Emperador Xuan lo llamó por su nombre directamente: — Si tú quieres despreciarlo, yo quiero ascenderlo. Haré saber al mundo que Song Liqing ha recibido un cinturón rojo de cártamo independientemente del matrimonio, ¡Song Liqing se casará con el Príncipe Heredero dentro de tres días como la Princesa Heredera!

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Glosario:

[1] Instigar: influir en una persona para que realice una acción y piense del modo que se desea, especialmente de forma perjudicial. 

[2] Nueve cinco supremos (九五之尊): En términos generales, en la antigua China, los números se dividían en yang (positivos) y yin (negativos), siendo los impares yang y los pares yin. Entre los números yang, el nueve es el más alto y el cinco el central, simbolizando así la autoridad del emperador con el “nueve” y el “cinco”, lo que se denomina “nueve y cinco supremos.” Siendo el emperador la única persona que podía disfrutar y utilizar este concepto.

[3] Lin'er (麟儿): palabra usada por los chinos para elogiar a los hijos de otras personas. En la antigüedad, los miembros de la familia real solían usar esta palabra para elogiar a sus propios hijos.

[4] Longzhang (龙章): persona que tiene un extraordinario talento literario y elegancia. Otro de sus significados es “dragón”. 


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