Capítulo 12: Nunca te dejaré por voluntad propia

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—Su Alteza. Justo cuando Xiao Di estaba a punto de inclinarse y saludar, Jun Qiyu agitó la mano. —Fuera. Xiao Di dudó un momento, sin atreverse a desobedecer la orden de su maestro, pero cuando cerró la puerta, miró preocupada a Song Liqing. Song Liqing y Jun Qiyu fueron los únicos que quedaron en la habitación, mirándose fijamente. Song Liqing no sabía lo que estaba pensando, pero vio que sus ojos se profundizaban, mirándolo inmóvil, como si estuviera considerando cómo tratar con él. Song Liqing sintió una punzada de tristeza, solían ser solo dos niños pequeños, pero que podían hablar de todo con facilidad; sin embargo, debido a sus prejuicios posteriores, cuando se miraban, Song Liqing no encontraba nada de qué hablar.  —Qiyu. —Song Liqing trató de encontrar algo que decir: —Cuando estabas en Occidente… —Ojalá nunca te hubiera conocido. —Jun Qiyu habló bruscamente, su mirada era gélida.  Song Liqing quedó estupefacto, porque estas palabras realmente estaban saliendo de la boca de Jun

Capítulo 4: ¿Ama mucho a Su Alteza?

 — Qiyu. 

Song Liqing llamó suavemente, mientras trataba de detener la mano de Jun Qiyu.

Pero Jun Qiyu había nacido con una gran fuerza y se había entrenado en los campos de batalla durante tantos años que no pudo defenderse.

Los ojos ebrios de Jun Qiyu quedaron deslumbrados por el cuello blanco de Song Liqing, tenía un encanto único que le hizo sentir el impulso de quitarle la túnica y ver qué pasaba. 

Sus brazos eran tan fuertes que podía mantener inmóvil a Song Liqing con una mano y rasgar el traje con la otra.

Song Liqing solía ser una persona que siempre mantenía buenos modales al sentarse, caminar y pararse, la vergüenza de tener su piel expuesta era abrumadora.

 — ¡Qiyu! — Song Liqing suplicó débilmente: — Detente…

Era extremadamente propenso a las lágrimas y, cuando se le provocaba o estaba agitado, frías lágrimas resbalaban por su rostro, como ahora.

Jun Qiyu se quedó boquiabierto, mirando el desordenado y hermoso rostro que tenía debajo, el largo y huesudo cuello blanco. Espontáneamente, un deseo de proteger a Song Liqing surgió, pero cuanto más lo deseaba, más lo irritaba.

— Oh, Song Liqing, no te he visto en diez años, pero realmente has perfeccionado tu juego de lástima. — Jun Qiyu dijo con odio: — Pero es inútil… quieres la cámara nupcial, ¡entonces la haré realidad ahora!

— ¡No! — Song Liqing siseó. — No puedes hacer esto, por favor…

Song Liqing estaba aterrado, tantos ojos los observaban, no era un cerdo o un perro para el placer humano, ¿cómo podía ser tan burlesco?

— ¿No eres la princesa heredera? No puedes tener hijos, así que ¿qué utilidad tienes aparte de dar placer a tu Amo? 

Con eso, Jun Qiyu tocó la cintura de Song Liqing, y le arrancó el cinturón, provocando que la túnica se aflojara. Song Liqing no podía agacharse, sólo podía torcer su cuerpo desesperadamente para proteger su ropa.

— Qiyu… haciendo esto… esto… — Song Liqing no pudo decir nada amenazador, sólo dijo: — Si se corriera la voz, el emperador y la emperatriz tendrían que castigarte.

Como resultado, el rostro de Jun Qiyu cambió y apretó deliberadamente su cintura.

— ¡No me amenaces con ellos! En la mansión Qilin, todos son mis hombres, les dije que mantuvieran la boca cerrada, ¿quién se atrevería a desobedecer? ¿Vas a decirlo? Quiero ver si tienes cara para que el mundo sepa que eres una prostituta.

— ¡Qiyu! — Song Liqing palideció y le interrumpió en voz alta: — Yo... sólo creo que estas son palabras tontas de Su Alteza, quien está borracho.

La lujuria sexual de Jun Qiyu se intensificó.

— Me gustaría probar lo que no se ve ni se toca bajo esta noble apariencia…

En medio del desgarro, la palma de la mano de Jun Qiyu tocó algo, cosa que agarró y miró.

Era el colgante de jade que rodeaba la cintura de Song Liqing, del que colgaba una vieja borla de nudos concéntricos.

— ¿Esto es?

Cada vez que veía la borla de nudos concéntricos, el corazón de Song Liqing se calentaba y perdonaba a Jun Qiyu por su salvaje acoso.

Con lágrimas en los ojos, miró a Jun Qiyu y le dijo: — Tú me diste esto, ¿te acuerdas? Lo tomé como una muestra de afecto…

Este objeto aclaró aquellos vagos recuerdos de la infancia de Jun Qiyu.

Era algo que había arrojado casualmente a Song Liqing en aquel entonces, ¿por qué lo trataba como un tesoro? Era un artilugio barato y feo.

— Tres centavos, tu muestra de afecto es realmente barata, pero mi afecto, el del Príncipe Heredero, no será tan inutil.

Jun Qiyu curvó los labios y lo tiró casualmente.

Song Liqing agarró la borla y la guardó, por supuesto, no era un objeto de valor.

La razón por la que lo atesoraba era simplemente porque Jun Qiyu se lo había regalado.

— Qiyu… tú has estado en lugares lejanos, has visto la belleza de Occidente, has visto bellezas diferentes, pero yo no, la mejor persona que he conocido… eres tú, el único digno de mi aprecio.

Frente a sus ojos cariñosos y claros, Jun Qiyu se sintió irritado.

— ¡No me mires así! Es como si te traicionara. Nunca te hice alguna promesa romántica, ¡son tus propios deseos los que te llevan a guardar una borla desgastada como un tesoro!

Las lágrimas de Song Liqing rodaron por su rostro. ¿Podría ser que su perseverancia de diez años fuera en realidad una broma ilusa a los ojos de Jun Qiyu?

— Qiyu, no importa lo mal que me hables, no creo que seas una persona sin corazón.

— ¡Totalmente aburrido!

La mente nublada de Jun Qiyu se volvió mucho más clara en un instante, sus malas intenciones disminuyeron, soltó a Song Liqing y él se levantó y agitó las mangas.

— ¡Vete, no seas una molestia aquí retrasando el disfrute de este maestro! ¡El baile y la música continuarán!

Jun Qiyu se tambaleó por su estado borracho, abrazó a Hu Nu'er, sus grandes manos recorrieron la piel expuesta, y Hu Nu’er torció suavemente su cintura, bailando como una serpiente nadadora con ojos hipnotizantes.

— Maestro~ — Dijo Hu Nu’er en voz baja. — Me siento incómodo si alguien me mira así.

Song Liqing desvió la mirada. Eran íntimos con un comportamiento desenfrenado, muy probablemente una costumbre que solo se encuentra en Occidente. 

Por un momento sintió mucha envidia, envidia de que Hu Nu’er pudiera estar tan cerca de Jun Qiyu.

— ¿No escuchaste, Song Liqing?

Jun Qiyu le gritó a Song Liqing, quien estaba aturdido, haciéndolo volver en sí.

— Qiyu…

— No quiero escuchar nada de ti. — Jun Qiyu lo interrumpió. — Piérdete.

 — ¿Qué?

En realidad, Song Liqing le escuchó claramente. Simplemente no podía aceptar la palabra que caía sobre él. 

El significado de su posición aquí solo era merecedor de una sola palabra, piérdete.

— He dicho que te largues. — Jun Qiyu repitió palabra por palabra. — A Hu Nu’er no le agrada tu presencia. Acaso, ¿no entiendes?

Hu Nu'er se acurrucó contra el pecho de Jun Qiyu, mirando a Song Liqing con la arrogancia de un vencedor.

Song Liqing fue empujado hacia la puerta que fue fuertemente cerrada tras su salida.

Xiao Di, que estaba vigilando la puerta de Xingle Zhai, corrió inmediatamente. Al ver el pálido rostro de Song Liqing, aún manchado de lágrimas, supo lo que había ocurrido.

— Princesa Heredera…

Song Liqing levantó la vista, el título de Princesa Heredera... ahora parecía que no era digno de él.

— Xiao Di. — Song Liqing dijo en voz baja: — No tienes que llamarme así en el futuro.

Xiao Di se sorprendió y dijo: — ¿Cómo puedo hacer eso? Eres la legítima Princesa Heredera, el emperador te ha otorgado este título. No puedes sentir lástima por el comportamiento absurdo de su Alteza.

— No. 

Song Liqing le miró a los ojos, vio sencillez y sinceridad en ellos. Tal vez podía hablar con ella de sus palabras reprimidas.

Dijo con frustración: — Nunca esperé casarme con Su Alteza. En mi corazón, es el mejor hombre del mundo y yo no soy digno de él.

— ¡No! — Xiao Di no pudo evitar replicarle: — ¡Ni siquiera sabe lo famoso que es en la capital! Incluso yo, una nueva sirvienta del palacio, sé de su fama. Dicen que es el mejor hijo del mundo, a muchas damas les gustas, dicen que, si no te hubieras convertido en la Princesa Heredera, tu futuro sería interminable. Eres tan hermoso y tienes tanto talento, ¿quién no es digno de ti?

Song Liqing miró hacia la habitación, pero su mirada era distante.

Hay personas que están tan cerca, pero tan lejos que parecen estar separadas por una galaxia. 

Habían pasado diez años entre ellos.

— Eso es porque no conoces a Qiyu, él es el orgullo del mundo. Me han dicho que soy superdotado, pero sólo yo sé lo mucho que tuve que estudiar para conseguir mi título. Qiyu es diferente, no puede olvidar nada. Muchas veces, debo memorizar varios libros, lo que me lleva mucho tiempo, pero él solo necesita leerlos brevemente para recordarlos. Es demasiado juguetón y le gustan más las artes marciales que la literatura. En este caso, ¿quién en el mundo podría igualar su talento?

Xiao Di vio en sus ojos una admiración sincera y un amor eterno y tierno.

— ¿Ama mucho a Su Alteza?

Song Liqing se quedó atónito por un momento ante semejante pregunta.

— Lo amo… — Song Liqing sintió un cosquilleo en la nariz. — Pero él no me ama.

La inmadura mente de Xiao Di se entristeció junto con él.

— Su Alteza no debería haberlo tratado así, es tan amable… y ha renunciado a tanto por él.

Era Xiao Di quejándose de la injusticia en su nombre, pero Song Liqing negó con la cabeza.

— Sé por qué Qiyu me desprecia. El honor de la princesa heredera suena noble pero después de todo, solo es una vasalla [1] del príncipe heredero. Tengo el carácter de un erudito, y quería ser un hombre íntegro, pero al final tomé el camino del servilismo [2]. Esta fue mi elección voluntaria, esto hizo que Qiyu se burlara de mí y yo lo acepto porque lo merezco.

Xiao Di dijo inmediatamente: — Entonces lo llamaré Princesa Heredera delante de los forasteros, pero en privado, lo llamaré Joven Maestro, Joven Maestro Tanhua.

Esta niña era inteligente, amable y su compañía reconfortante. La amargura de su corazón se disipó y Song Liqing esbozó una sonrisa.

— Entonces, ¿qué desea hacer ahora, mi señor?

Song Liqing caminó en silencio hacia un alero [3] y se paró con las manos hacia abajo.

Xiao Di se maravilló ante la belleza de su postura a la luz de la luna, su apariencia y comportamiento eran agradables a la vista, incluso mejor que la de aquellas famosas personas que pretendían ser eruditos con cara de jade. Cuando el viento soplaba, lo hacía parecer un Inmortal. Le fue inevitable no sonrojarse.

— Qiyu. — Song Liqing dijo en voz alta: — Te esperaré aquí, hasta que vuelvas a la habitación conmigo.

La puerta se abrió bruscamente de un empujón y fue Jun Qiyu quien salió disgustado, el baile y la música en el interior se suspendieron y Hu Nu’er seguía a Jun Qiyu como un pajarito obediente.

Xiao Di comparó a las dos personas que salían, y sus labios murmuraron: — Su Alteza está ciego al dejar atrás a tan buena persona y preferir a una criatura demoníaca…

— ¡¿Qué demonios quieres?! — Jun Qiyu señaló a Song Liqing y le preguntó.

Aunque Song Liqing estaba triste, sus ojos eran firmes: — Llevar a Su Alteza a su habitación, para terminar la ceremonia de bodas esta noche.

Jun Qiyu frunció el ceño y preguntó enojado: — ¿Vas a esperar aquí hasta que vaya?

A Song Liqing le dolía la garganta mientras respondía: — Sí.

Jun Qiyu río con rabia, una risa fría y despiadada.

— Lo sabía, la gente como tú sólo usa trucos baratos como el acoso, ¡¿quién pretendes ser?!

A diferencia del estruendoso Jun Qiyu, Song Liqing siempre toleró su temperamento y le trató con amabilidad.

— Qiyu, no importa lo que digas de mí, sólo te imploro que cuides la reputación del Príncipe Heredero…

— Eso no es una amenaza para mí, Song Liqing. — Jun Qiyu espetó, con el ceño ya fruncido: — ¡Será mejor que te arrodilles y te doblegues mil veces, si lo haces, consideraré el entrar contigo a la cámara nupcial!

 ***

Glosario:

[1] Vasallo: persona que está bajo una autoridad absoluta, no democrática.

[2] Servilismo: Tendencia exagerada a servir o satisfacer ciegamente a una autoridad.

[3] Alero: Se llama alero, tejaroz​ o socarrén​ a la parte inferior de una techumbre que sobresale de una fachada.​ Su finalidad puede ser decorativa o funcional, pues se utiliza para desviar las aguas llovedizas y evitar que caigan sobre el muro.


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