¿Por qué?
Song Liqing estaba confundido.
—Es algo me pertenece, pero lo perdí accidentalmente. Si lo tienes, por favor, devuélvemelo.
Hu Nu'er lo miró como si fuera un tonto y luego sacudió suavemente la cabeza.
—¿He oído que esto es una muestra de amor entre el Príncipe Heredero y tú?
Song Liqing asintió: —Sí.
Una muestra de amor unilateral.
Song Liqing sintió con tristeza que no era realmente una muestra de afecto, en el mejor de los casos, era un pensamiento, una obsesión suya.
Hu Nu'er sonrió, con las cejas arqueadas de forma encantadora. Luego se sacó algo de la manga, lo ahuecó en la mano y lo agitó: era el colgante de jade que Song Liqing había perdido.
—¿Estás hablando de esta baratija?
Hu Nu’er la agitó unas cuantas veces más, simulando devolvérsela.
Song Liqing estaba tan ansioso que intentó alcanzarlo.
Hu Nu'er retrocedió como si estuviera molestando a un perro, haciendo que Song Liqing fallara dos veces, luego se tapó la boca y se rio.
—Jajajaja… —La risa de Hu Nu'er era estridente.
Song Liqing estaba ansioso y dijo: —Tú… si lo quieres, puedo darte el colgante de jade, sólo devuélveme la borla.
—Bueno... déjame pensarlo. —Hu Nu’er jugó con el colgante de jade y dijo: —Esto es jade fino de Hetian [1], muy valioso en las llanuras centrales, ¿verdad?
—No lo sé.
Song Liqing no sabía a qué se refería.
Hu Nu'er guardó silencio por un momento, había algo de tristeza en sus ojos, suspiró y contuvo su resentimiento, sus ojos estallaron de indignación.
—Esto es originalmente propiedad de mi país, pero fue tomado por ustedes y todavía se atreven a llevarlo en su cuerpo de manera grandiosa, con todo el esplendor de un erudito, ¡pero no son más que villanos desvergonzados y santurrones!
Song Liqing no sabía de dónde procedía el colgante de jade, se lo había regalado su padre. Dijo que era un trofeo de su victoria sobre el Reino Occidental de Yili.
—¿Eres del Reino Yili?
—Sí. —Hu Nu'er confesó con franqueza. —He oído de mi maestro que eres el hijo del general Song, ¡oh, hijo adoptivo! Tu buen padre, que dirigió a los soldados del reino de Jingguo y nos derrotó, recuerdo cuando las puertas se derrumbaron y quemaron toda la ciudad, fue repugnante. Song Liqing, ¿crees que eres una especie de erudito, hijo de un general tan honorable? Tienes la sangre del pecado fluyendo en tu cuerpo.
—Frente a la justicia del país, no hay ni bien ni mal, solo diferencias de posición. —Song Liqing no quiso discutir con él. —Además, nunca creí que las personas se dividieran en malas o buenas.
Hu Nu'er dijo con desaprobación: —No finjas, ¿acaso no piensas en tu corazón que mi comportamiento es disoluto y mi carácter bajo? Pero tu pequeño padre. ¿no es sólo una tortuga que administra un burdel? Oí que solía ser…
—¡Cállate! Está bien que me insultes, pero no puedes insultar a mi padre.
Song Liqing dijo furioso, todos sus esfuerzos en la vida habían sido para preservar la reputación y la dignidad de sus dos padres.
Al ver su enojó, Hu Nu'er soltó una risita.
—Te enojaste, pero es porque lo que dije es cierto que hiere tanto tu dignidad. —Hu Nu’er rió fríamente, levantó la barbilla y dijo con arrogancia. —Yo, en cambio, soy el único príncipe del Reino Yili, soy más noble que tú en cuanto a estatus y ascendencia.
—Eres el príncipe de Yili…
Song Liqing se sorprendió, al mirarlo, Hu Nu'er no parecía tener el temperamento de un príncipe.
—El príncipe heredero de un país, cómo... cómo podría… —Song Liqing no podía creerlo.
—¿Cómo podría convertirse en esclavo, en un juguete? El país está arruinado y la familia destruida, es simplemente involuntario.
Aunque Hu Nu'er dijo esto, su rostro no estaba triste, sino sonriente.
Song Liqing no pudo evitar temblar.
Hu Nu'er dio un paso adelante y miró a Song Liqing.
—Ahora, ¿todavía crees que estás calificado para ser la Princesa Heredera?
El corazón de Song Liqing fue golpeado con fuerza, y el complejo de inferioridad subconsciente en sus huesos fue sacado a la luz por Hu Nu'er, su rostro se ensombreció.
—Yo… no estoy calificado. —Dijo Song Liqing con voz abatida.
Hu Nu'er rio levemente y dijo: —Admites la derrota sin dudarlo.
Song Liqing respiraba con dificultad, y susurró: —Sólo quiero recuperar mis cosas.
Hu Nu'er chasqueó la lengua.
—Está bien, siempre y cuando lo intercambies por otra cosa.
—Dime. —Todo lo que Song Liqing quería ahora era recuperar la borla y huir.
Hu Nu'er se inclinó un poco más y le susurró al oído. —¿Qué tal si me prestas al príncipe por unas noches?
—¡¿Qué?! —Song Liqing no logró entenderle.
Hu Nu’er respondió: —No molestes al Príncipe, deja que se quede conmigo unos días. Este es el intercambio, si lo cumples, te devolveré este pedazo de basura.
—¡No! —Song Liqing se negó sin siquiera pensarlo.
—¿Por qué? —Hu Nu'er dijo frunciendo el ceño: —Es sólo por unos días, la Princesa Heredera no puede ser tan tacaño, ¿verdad? No puedo vivir sin un hombre, no puedo vivir sin el Príncipe.
El corazón de Song Liqing ardía de ira.
—Qiyu es mi amante, mi… esposo, ¿cómo podría entregartelo?
Hu Nu'er fue elocuente: —La gente de las llanuras centrales tienen tres esposas y cuatro concubinas, y el Emperador tiene un harén de tres mil, ¿puedes garantizar que el Príncipe no volverá a casarse?
Song Liqing no se había recuperado del agotamiento y el dolor de anoche, cuando Hu Nu'er le provocó, su visión se volvió borrosa, su cabeza le dolió, se sintió mareado que tropezó y casi se cayó.
Él no podía garantizar… De hecho, ¿qué garantía tenía?
¿El amor de Jun Qiyu por él? Era solo una esperanza ilusa.
—Qiyu tiene sus propias opiniones. ¿Cómo pueden otros impulsarlas? Además, es ridículo, somos recién casados, sería una blasfemia a mi propio amor si te dijera que sí, no permitiré que otros me arrebaten a quien amo.
—¿Blasfemia? ¿Arrebatar?
Hu Nu'er parecía haber oído algún tipo de broma, y se rió aún más exageradamente.
Song Liqing miró los extravagantes ojos de Hu Nu'er, que se burlaban descaradamente de él.
Hu Nu'er se echó a llorar de la risa hasta que finalmente se detuvo.
—Tú… eres realmente ingenuo, mi Princesa Heredera. Por tu aspecto, anoche fue tu primera experiencia, ¿no es así? Por tu aspecto mustio, sé que el maestro debe de haber ejercido mucha fuerza sobre ti.
Song Liqing no quería acercarse a él, pero Hu Nu’er sí.
—Ven aquí, te diré un secreto, bueno no es un secreto, todo el mundo en el ejército lo sabe, hasta tu padre. Mientras el Príncipe estaba en Occidente, yo le serví, ¿no ves que soy muy bueno en la cama? Jejeje…
El rostro de Song Liqing palideció y sintió que el mundo daba vueltas.
No era de extrañar que Hu Nu’er y Jun Qiyu se hubieran familiarizado tanto y sin problemas, resultó que Qiyu y Hu Nu'er ya estaban casados.
El corazón de Song Liqing sintió como si le hubieran hecho un corte, tan doloroso que estaba a punto de estallar.
Siempre había querido que su relación fuera pura e inocente, así que se había mantenido limpio, dándole todo lo que tenía a la única persona que amaba.
Pero ahora entendió que lo que creía que era amor no era puro en absoluto.
La risa agresiva de Hu Nu’er era muy fuerte, un verdadero escándalo.
—Incluso si tu matrimonio fue un regalo dado por tu emperador, sólo te estarías aprovechando de mí, usando a un hombre que yo he usado, ¿no serías alguien sucio? No me culpas por aprovecharme de ti, ¿verdad? Princesa Heredera.
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Glosario:
的和田玉(Jade de Hetian): Se dice en China que el país ha tenido “cuatro grandes jades” desde la antigüedad. Esto se refiere a los cuatro tipos de jade que se usaban más comúnmente y tenían el estatus más alto en la historia de China y solo eran usados por los nobles. Estos eran:
1. Jade de Hetian (nefrita), también conocido como Hotan, Khotan; provincia de Xinjiang.
2. Jade de Xiuyan (serpentina) del condado de Xiuyan, provincia de Liaoning.
3. Jade Dushan de la ciudad de Nanyang, provincia de Henan.
4. Turquesa del condado de Yunxian, provincia de Hubei.
Capítulo 7 • Índice • Capítulo 9
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